jueves, 24 de marzo de 2005

Fin de semana del 19 de marzo

Las primeras dos semanas de marzo transcurrieron sin mucha emoción. Josué y Rebeca se enfermaron de gripa, con fiebre y todo, así que nos la pasamos encerrados en la casa. Sin embargo, la mejoría de salud y la mejoría del clima se pusieron de acuerdo para permitirnos hacer un par de cosas interesantes el fin de semana pasada.

El sábado 19 de marzo, fuimos al sur de Alemania, en la mera frontera con Austria. Nuestro objetivo era visitar el castillo de Neuschwanstein. Este castillo es quizá el más famoso de Alemania. El viaje fue una aventura compartida con Manuel y Rocío Espinoza. Manuel trabaja también en Siemens VDO y está aquí en Babenhausen también por un año. Su esposa está embarazada y esperan que su bebé nazca en aproximadamente dos meses.

Para vernos audaces y diligentes, salimos de viaje como a las 6:30 de la mañana, para ganar tiempo y tener oportunidad de visitar el castillo con calma y obtener un buen horario para una visita guiada. No teníamos ni idea de que ese fin de semana empezaban las vacaciones en Bavaria, que es donde el castillo está y donde la mayoría del trayecto pasaría. Parecía que todos se pusieron de acuerdo para ir a esquiar a Austria al mismo tiempo, así que los 305473 viajeros que se levantaron más temprano que nosotros nos hicieron el viaje algo pesado. Para no hacerles el cuento largo, nuestro viaje de 4 horas se convirtió en una procesión de 10 horas.

Cuando estábamos a 2 km de donde los esquiadores se irían por otro lado y nos proseguirían seguir al castillo, unos aldeanos nos dijeron un camino alternativo y pudimos finalmente llegar al castillo. Lamentablemente ya no era hora de entrar al castillo, pues lo cierran a las 4:00 pm. Sin embargo, para contrarrestar las 10 horas de ir sentados en el camino nos propusimos resueltamente subir a pie hasta el castillo. No sé qué contó más, si nuestra resolución a caminar o el hecho de que ya no había carretas, camiones, caballos ni patinetas por el hecho de que el castillo ya estaba cerrado.

De cualquier manera, subimos como en media hora el cerro hasta el castillo. Rocío nos sorprendió por subir tan fácilmente a pesar de los 7 meses de embarazo. Cuando llegamos pudimos tomar unas fotos y admirar el monumental castillo desde afuera. El regreso a la zona de Frankfurt transcurrió sin gran problema (máxime que yo, Memo, me dormí todo el camino, je je).

El domingo 20, se celebró el mercado de Pascua en Babenhausen. Parecía como si todos los 10,000 habitantes de la ciudad se hubieran volcado en las calles. Fue interesante y, después de estar 4 horas en el mercado caminándolo de principio a fin, dimos el mercado por visitado y nos fuimos a casa.

Saludos,

Memo